lunes, 13 de julio de 2009

THE END: Agradecimientos



LO PROMETIDO ES DEUDA: Ahí va la última de mis entradas y va a ser un "pelín" sermoncillo (abstenerse no interesados en el tema)

¿Y esta foto que no está en el super-álbum, qué es? Pues esta foto, queridos padres, es un icono que me traje el anterior fin de semana de un convento de Becerril de Campos (Palencia). Allí viven unas monjas encantadoras, las agustinas misioneras, con las que pasé el fin de semana. En su taller hacen cosas muy bonitas, entre otras unos iconos de madera. Yo traje para muchos amigos y después de repartirlos, éste fue el que el azar me deparó, "el lavatorio de los pies". Y con él en la maleta me fui al campamento.

¿No es suficientemente "explícita"...? Es el espíritu de servicio por excelencia, es "el que quiera ser el primero sea vuestro sevidor", es el "amaos unos a otros como yo os he amado".

Ese espíritu de servicio y de cariño es el que ha estado todo esta semana en el campamento, en las risas y en las emociones, en los cuidados y en los mimos, en las regañinas y en los momentos un poquito tensos. TODOS, absolutamente todos los que hemos estado allí, teníamos muy claro que íbamos allí a prestar un servicio, con alegría y con cariño, pero a hacer felices a los niños.

Empezando por los JEFES Y MONITORES-MAYORES: FRAN, que desde que se levantaba (algunos días con alguna "sorpresita") hasta que se acostaba estaba pendiente todo el día de los niños y de los mayores. PEDRO, que estuvo sólo lo fines de semana, pero igualmente a tope en esos días (más los de antes plantando las tiendas). JUANJO ("OT", aunque nunca supimos por qué lo llamaban así), un descubrimiento para todos, que estuvo siempre disponible para TODO; desde llevar y traer niños y mochilas, hasta ponernos música en la cocina o traernos algún "caprichillo". LUCÍA y ELENA, siempre sonriendo, siempre dándonos besos, siempre pendientes de los niños.

LOS MONITORES "JUNIOR": Álvaro, Alberto, Ana, Alicia, Blanca, Elena, Pilar y Guillermo. Todos estos chavales adolescentes, aparcaron "casi" todo el tiempo sus pavadas adolescentes y fueron capaces de sacar de sí lo mejor, el cariño y la dedicación absoluta con los niños. Seguro que al volver a sus casas han vuelto a dejar tiradas sus cosas por la habitación y a hacer todas esas cosas propias de su edad, pero allí desde luego han sido unos auténticos "campeones" con los chavales. Felicidades a sus padres y a sus educadores.
A Yolanda, Miguel Ángel y Juan Ramón, que fueron el sábado a celebrar con nosotras mi cumpleaños y llevaron tartas para todos (más todo lo que nos faltaba) y además Juanra se quedó con nosotras hasta el domingo (definitivamente, un "santo")

Por último, a ALFREDO, nuestro padresito super-star, con el que nos hemos metido a todas horas, pero que ha sabido estar en todo momento y para todo: para hacer mochilas, para ir al médico, para dar cariño, para echar "regañinas".... y, por supuesto, para rezar y celebrar la eucaristía...

Sin TODOS ELLOS esta historia no habría sido posible, cada uno ha puesto lo mejor de sí mismo en esta aventura.

Y PARA TERMINAR: (lo siento, mi "pana", en amarillo no sale...) quiero agradecer públicamente a mi querida MARIBEL, que se deja embaucar cada año en las aventuras más peregrinas, que me soportó mis neuras en las curvas de Atienza, que se cansó conmigo hasta el agotamiento algunos días y que estuvo pendiente de cada uno de los niños y de los mayores.

Una última nota para los PADRES: vuestros comentarios y vuestro seguimiento nos han ayudado mucho porque algunas noches no teníamos fuerzas ni para "leer el AS", mucho menos para el blog. Es evidente que nosotras no hemos hecho esto para ser reconocidas, pero vuestro agradecimiento nos llena de satisfacción. GRACIAS.

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